¡Mamá,
Papá, quiero ser mago! Cuántas veces habréis escuchado esta frase. Pues ahora,
por unas horas esto puede hacerse realidad.
La
empresa más famosa de videoconsolas, PlayStation, ha convertido una estación
del Metro de Madrid en un lugar lleno de magia. La estación de Chamberí se
convierte en ‘la estación fantasma’. Esto se ha podido hacer gracias a
Wonderbook, el libro mágico de PlayStation, que ha conseguido llenar de
hechizos los andenes de la estación.
Harry Potter
es ahora mismo uno de los ídolos de los niños y gracias al juego ‘Wonderbook:
El Libro de los Hechizos’, por los pasillos de la estación, niños y mayores se
convertirán en auténticos magos de la escuela de magia Hogwarts. Además, en
ellos también se podrá conocer parte de
la historia de Madrid.
Esta iniciativa
tiene un carácter solidario pues, aunque la visita es gratuita, por cada niño
que recorra la estación, PlayStation donará 1 euro a favor de la Fundación
Juegaterapia, una organización sin ánimo de lucro que se ocupa de que los niños
hospitalizados durante largos períodos sólo se preocupen de jugar.
Esta
actividad sólo estará disponible del 6 al 23 de diciembre, los jueves y viernes
de 12.00 horas a 20.00 horas y sábados y domingos de 10.00 horas a 20.00 horas,
ininterrumpidamente. Se podrá acceder desde la Plaza de Chamberí de Madrid, por
las estaciones de metro más cercanas: Iglesia (Línea 1) y Bilbao (Línea 1 y 4),
y las líneas de autobuses: 3, 40 y 147.
Todo
el que se acerque a la estación y se anime a “convertirse” en mago, podrá leer,
descubrir notas garabateadas en los márgenes de un libro realizado por
traviesos alumnos de Hogwarts, practicar más de 20 años y divertirse con todo
ello. Además, se podrá acceder a textos inéditos de J.K. Rowling, la creadora
de Harry Potter, donde revela los valores que todo mago y toda bruja deben
tener. También habrá varita mágica para todos. Ésta será un mando de movimiento
PlayStationMove.
La
antigua estación de metro, estará ambientada, casi en la penumbra, con calabazas,
dragones, escorpiones proyectados sobre las baldosas del andén y botes de
cristal con ojos dentro, baúles y maletines de mago y una pequeña sala de
juegos con cojines y pantallas en el andén. Todo mientras ven a los trenes y a los
sorprendidos pasajeros pasar junto a ellos, sin hacer parada.
La estación de Chamberí
fue una de las paradas de la primera línea de metro. Ésta dejó de ser utilizada
en los años 60 por la incapacidad de adaptarse a la ampliación de la línea 1 y
de la capacidad de los pasajeros.
Nuria Morcillo García
No hay comentarios:
Publicar un comentario